
Adaptar una identidad corporativa internacional a una nueva sede
Adaptar la identidad de una oficina internacional a una nueva sede local requiere análisis, sensibilidad cultural y ejecución precisa. Hay que observar el ADN visual de la empresa, adaptar los espacios a las nuevas necesidades y negociar con firmeza pero con empatía.
Una sede no es solo funcionalidad: también comunica valores. Y cuando se diseña con visión, se convierte en un activo estratégico.
Cómo adaptar una identidad corporativa internacional a una nueva sede
Soy Albert, CEO de Prodeca Barcelona, y quiero compartir un caso real que nos puso a prueba: reinterpretar el diseño de una sede central en Holanda y adaptarlo a una nueva oficina logística y corporativa en Santa Perpètua de Mogoda, Barcelona.
El reto era claro: trasladar la esencia corporativa sin replicar, fusionando lo mejor de ambos contextos.
Así fue como lo conseguimos:
Identificación del problema
Una empresa proveedora de equipos audiovisuales, con HQ en Holanda, adquiere una nueva nave industrial en Barcelona.
El encargo: implementar la imagen de su sede central en esta nueva ubicación que incluye oficinas y almacén.
Las claves del reto eran:
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Mantener coherencia con la identidad visual del HQ holandés.
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Adaptar el diseño al estilo y necesidades locales.
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Transmitir una sensación más «home» y actual.
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Convencer a una cúpula directiva internacional exigente.
Como se puede observar és un equilibrio delicado entre fidelidad y adaptación.
Estrategia y solución
Desde mi posición como CEO, sabía que la clave era entender qué quería realmente el cliente: no una copia literal del HQ, sino una versión más moderna, acogedora y adaptada a su evolución.
Así estructuramos el planteamiento:
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Análisis profundo del HQ original: entendimos elementos clave de su diseño y su simbolismo.
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Propuesta con carácter local: aplicamos materiales, texturas y soluciones que conectaran con el contexto barcelonés.
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Ambientación «home»: diseñamos espacios que generasen confort y proximidad, sin perder profesionalidad.
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Alineación presupuestaria y argumentación visual: acompañamos la propuesta con visualizaciones realistas y un planteamiento económico sólido.
El proceso de aprobación fue exigente, pero logramos la confianza y el visto bueno del equipo directivo holandés.
Distribución final
Gracias a un enfoque cuidadoso y estratégico, conseguimos una oficina que combina identidad corporativa global con personalidad local:
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Oficinas más actualizadas y eficientes.
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Espacios pensados para el confort de los equipos.
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Una estética cuidada que proyecta profesionalidad y cercanía.
Beneficios del rediseño y adaptación de una identidad corporativa internacional a una nueva sede
El proyecto demostró que adaptar una identidad no es solo replicar formas, sino traducir intenciones.
Los resultados fueron claros:
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Un entorno más moderno y acogedor.
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Refuerzo de la imagen de marca a nivel internacional.
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Mayor satisfacción interna, tanto en Barcelona como en Holanda.
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Un modelo replicable para futuras expansiones.
Diseñar una oficina es diseñar una experiencia. Y cuando el espacio conecta con los valores de la empresa y las personas que lo habitan, se convierte en algo más que arquitectura: se convierte en cultura.
Si estás pensando en trasladar o renovar tu espacio de trabajo, estaré encantado de compartir contigo todo lo que hemos aprendido en este proceso. No se trata solo de diseñar espacios: se trata de diseñar futuro.
Espero que te haya gustado esta reflexión y no te vayas sin antes leer esta otra que habla de cómo transformar una antigua joyería en una oficina funcional y luminosa. ¡Te parecerá fascinante!